domingo, 19 de octubre de 2008

Fotos musicales....

Nunca han sentido un sentimineto..
que la neta es dificil de explicar...
al oir musica...
ciertas canciones que nos hacen asi como
que nos hacen pasar por tu cabeza momentos...
que son relventas..
lo mas curioso es que pasa en escasos segundos..
pero hay un sentimineto puro y nato...
de que algo esta pasando mientras recorre
tus timpanos......
como si cada tono trajera un mnomento..
es increible ver como estos se unen..
pero aveces..
quedan solos.. sinn conecciones...
asi convirtiendo a la casncion..
en la unica conexion existente con ese recuerdo...
posiblemente algunas cacniones..
tanot como los recuerdos...
los tengamos en el lvido..
y al oir esa sonata
que posiblemente llevabamos años sin oir..
despierta sierto sentimineto..
dejando cierta incognita...
por que muchas veces no no hace recupera un recuerdo..
sino simplemente despiertan un sentimineto que te dejan
con una gran incognita..
lo cual lo dejan a uno melancolico..

Escribo esto..
por que se q mas de a uno le ha pasado....
pero..
muchas veces pensamos que somos los unicos...

viernes, 3 de octubre de 2008

Movimiento estudiantil en México de 1968 (Tlatelolco)

Pequeña reseña de lo que es el 2 de octubre
para los que no sepan....

El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social en el que además de estudiantes de la UNAM y el IPN participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas en la Ciudad de México y que fue reprimido por el gobierno mexicano mediante la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. El genocidio se cometió en contra de una manifestación pacífica por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia fraguada por el gobierno mexicano en contra del Consejo Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento. Según lo dicho por si mismo en 1969[1] y por Luis Echeverría Álvarez, el responsable del genocidio fue Gustavo Díaz Ordaz[2]

Gracias a la acción gubernamental al pretender ocultar información, no se ha logrado esclarecer exactamente la cantidad oficial de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados. La fuente oficial reportó en su momento 20 muertos, pero investigaciones actuales deducen que los muertos podrían llegar a varias centenas y responsabilizan directamente al Estado Mexicano.

Politólogos e historiadores coinciden en señalar que este movimiento y su terrible desenlace incitaron a una permanente y más activa actitud crítica y opositora de la sociedad civil, principalmente en las universidades públicas, así como a alimentar el desarrollo de guerrillas urbanas y rurales en los años setenta.

Autores como Fernand Braudel, Immanuel Wallerstein y Carlos Antonio Aguirre Rojas coinciden en señalar al movimiento de México inserto en un contexto planetario de luchas sociales surgidas y recreadas de las universidades luego de vivirse un periodo de bonanza económica por la Posguerra, siendo Braudel el primero en denominar al movimiento Revolución cultural de 1968, caracterizado por revolucionar para siempre los tres principales espacios de recreación de la cultura: la familia, los medios de comunicación y la escuela.

La tarde del 2 de octubre de 1968, un día después de la salida del ejército de los campus de la UNAM y del IPN, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

Mientras tanto, el ejército vigilaba, como en todas las manifestaciones anteriores, que no hubiera disturbios, principalmente porque el gobierno tenía temor de que fuera asaltada la Torre de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Por su parte, miembros del Batallón Olimpia (cuyos integrantes iban vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda) se infiltraban en la manifestación hasta llegar al edificio "Chihuahua" donde s

n bengalas, presumiblemente, como señal para que los francotiradores del Batallón olimpia apostados en el edificio "Chihuahua" abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares que resguardaban el mitin, para hacerles creer a estos últimos, que los estudiantes eran los agresores. Los militares en su intento de defenderse, repelieron "la agresion de los estudiantes", pero ante la confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco.

Muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en algunos departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al ejército, que sin orden judicial, irrumpieron a cada uno de los departamentos de todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco, para capturar a los manifestantes.

Aún se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos. El gobierno mexicano manifestó en 1968 que fueron sólo 20 muertos, tres años más tarde, la escritora Elena Poniatowska, en su libro La noche de Tlatelolco publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por lo menos había contado 65 cadáveres.